domingo, 21 de junio de 2009

Patrick Wolf - The Bachelor

Por una vez me he enterado pronto del lanzamiento de un grupo que me gusta, a pesar de que es uno que se aleja de mis gustos habituales. Así que es un placer para mí escribir las primeras impresiones del último disco de Patrick Wolf: The Bachelor.



Para quien no lo sepa, Patrick Wolf es un jovenzuelo cantautor inglés que toca un millón de instrumentos o más, y hace buen uso de ellos a lo largo de sus creaciones. Grabó su primer disco con 20 años, y desde entonces no ha parado de dar conciertos y publicar álbumes, entre los que se encuentra el que veremos ahora, su 4º disco The Bachelor.

Como cualquier grupo que se precie, es difícil encajar los discos de Patrick Wolf en un género concreto, porque mezcla pop, rock, folk y música electrónica, centrándose en uno en concreto en alguna canción o usando elementos de varios géneros al mismo tiempo. En este último disco parece que las canciones van cada una a su bola, y de no ser por los estribillos suyos tan característicos parecerían de grupos distintos.


La temática de las letras de los discos es algo a lo que no suelo prestar atención. Pero por casualidad acabé leyendo que este disco lo grabó después de una desafortunada relación sentimental que dejó al pobre hombre hecho polvo, pensando que iba a pasarse el resto de la vida solo. Patrick Wolf siempre ha metido canciones tristes y sentimentales en sus discos, así que esa amargura no es algo que llame especialmente la atención en este último, pero el trasfondo ahí está.

El disco abre con Kriespiel, una pequeña obertura a lo prueba de sonido Dolby Surround, antes de pegar fuerte con Hard Times, canción cuyo doloroso videoclip os pondré a continuación. Suena parecido a su anterior disco (The Magic Position) pero tocando demasiado los huevos con el violín, con una melodía en el estribillo a la que he acabado por pillar el gusto.



Mientras escuchaba el disco, comprobé que a menudo el chaval se va al extremo de un género en concreto, tanto que cuando empieza a sonar Damaris parece que empieza alguna película genérica ambientada en la edad media. O cuando empieza Count of Casualty, que parece algo de chiptunes con ese sintetizador 8 bits sonando por ahí. O, siguiendo con bizarradas, la canción Vulture se aleja mucho del resto del disco con un sonido completamente ochentero (y no me refiero al jebi metal).


Por lo general, exceptuando esos desmarques puntuales, encontramos canciones bonitas y tranquilas, con un buen uso de instrumentos clásicos para embellecer el sonido. No he escuchado lo bastante los primeros discos como para poder comparar, pero al que sí que le metí mucha caña en su día fue al disco anterior, The Magic Position, y me gustó bastante más. Una primera impresión no es lo más apropiado para emitir un juicio justo sobre un disco, aunque si esta entrada sirve para recomendaros el disco anterior en lugar de este, perfecto. Os dejo con la mejor canción de The Bachelor: Oblivion (voy a componer yo también una Oblivion, que está de moda XD). Y sí, Patrick Wolf es bisexual. Lo dejo como dato. Que por sus pintas puede que no lo parezca pero así es.


4 comentarios:

  1. El videoclip de Hard Times es una especie de versión pasada de rosca de la escena de la borrachera de Dumbo. Me encata xDDD

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  2. Borrachera de Dumbo noooooo xDDDDDD

    Malditos cubos cúbicos.

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  3. El nivel de pandilocura de esa escena de dumbo es muy difícil de alcanzar eh, cuidado con mentar a los elefantes rosas en vano XD.

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