lunes, 22 de junio de 2009

Kobetasonik 2009, sábado 20

A última hora decidí aventurarme el sábado a visitar de nuevo el monte Kobetas en busca de una dosis de rock. Poco antes de las 14:30 me encontraba en taquilla comprando la entrada para el segundo y último día del festival con esos inesperados 5 € extra que hacían que costase 55 €, y más importante aún, que me quedasen 5 para sobrevivir tantas horas ahí dentro abrasado, como tanta otra gente que inteligentemente pensó que la camiseta negra era una buena opción. Al mostrar mi entrada los de la puerta demostraron su negligencia en el trabajo preguntándose si ese día era sábado 20. No, sábado 23, no te jode. No hizo falta que me cacheasen la cámara de fotos, ni siquiera tengo una. Así que esta entrada quedará bastante pobre en el aspecto gráfico.




Llegamos con un ligero retraso a Ekon, el grupo vasco de rigor, el grupo que con esa condición de local toca en el peor horario posible pero es mejor que muchos de los privilegiados del cartel de rigor. Yo nunca había escuchado antes al recientemente reunido grupo de Arrasate, pero su rapcore repleto de riffs con tres cantantes resultó bastante interesante. Con la pirotecnia justa como para impedir trabajar con cámara de grúa a los operarios, se fueron por donde vinieron en un siesnoés.

No hacía falta moverse del Escenario 2 para ver a Lauren Harris. Eh... está muy buena. Y... una canción recordaba a The Spirit of Radio de Rush... Y hmm, si no fuese hija de su padre jamás la hubiésemos visto en la tabla.

Ahora sí que tocaba moverse hasta el enorme Escenario 1 para ver a God Forbid. Según leí en el folleto, tocaban death metal americano. El género resultó ser justo como me lo imaginaba. Riffs muy rítmicos de unas guitarras afinadas en vaya usted a saber qué nota grave y voz gutural de un cantante afroamericano con el que no se me ocurriría pegarme. Decía el folleto que en los últimos trabajos habían intentado hacer un acercamiento hacia lo sueco. Sería por los 20 segundos de melodía tranquila que hubo en el concierto, porque el volumen de ellos daba más miedo que el cantante. En cualquier caso me resultaron bastante amenos.

Buckcherry fue el primer concierto en el que se vio una cantidad 'organizada' de fans. Resultó ser el grupo de hard rock más entretenido del día. No descubrí nada nuevo con ellos, pero disfruté mucho más con ellos y sus canciones de letras de contenido sexual que con ciertos cabezas de cartel, por ejemplo.

Dragonforce. Ains, Dragonforce. No abrieron el concierto con Through the Fire and Flames, sólo lo pareció. No sé cómo se puede hacer que las canciones parezcan tan jodidamente iguales entre sí. Siendo unos mantas, por ejemplo. Creo que si siguen con esa conducta payasesca acabarán convirtiéndose en una especie de grupo parodia hacia el power metal. Con un teclista que es la antítesis de Jordan Rudess en cuanto a estética y actitud, que si me dicen que su guitarra-teclado no estaba enchufada me lo creería, un cantante que estaba más tiempo echando agua al público que haciendo otra cosa, el batería que en cambio intentaba copiar el look a Portnoy y que hacía unos blast beats que no pegaban ni con cola en este tipo de música, un guitarrista haciendo muecas y gestos a Herman Li, el propio Li que no hace falta que haga el tonto para resultar irrisorio... Pero hay gente a la que le parecieron buenos. Oídos sordos.

Creía que tras ese concierto no estaría para paparrochadas, pero Papa Roach resultaron bastante audibles a primeras. Aquí sí que se notó que había gente que de verdad esperaba ese concierto. El grupo resultó estar bastante entregado hacia el público, y a mí se me pasó bastante rápido. Como suele suceder, no es la música que escucharía en mi casa, pero está muy bien para una escucha, con el añadido de que fue uno de los grupos que mejor sonido sacaron.

Empezaban los pesos pesados. Anthrax fue el primer conciertazo del día. La en apariencia no tan veterana banda (Dream Theater habiendo empezado más tarde les sacan unas cuantas canas y tolvas) ofreció un concierto lleno de clásicos... que no conocía. Igualmente me dio buenas sensaciones este grupo de thrash, género en el que no he ahondado demasiado pero siempre es preferible al jebi tradicional, por ejemplo. La gente salió contentísima del Escenario 1.

Luego era el turno de Thin Lizzy, según más de uno creería. Lo cierto es que la tardía caída de cartel del mítico grupo irlandés no fue muy anunciada que digamos. En su lugar venían los americanos Lizzy Borden (a ver si colaba el nombre) con su espectáculo de disfraces, tías buenas y rock americano repleto de caspa, ideal para ir a por la cena ya pasadas las 20:00.

Habiendo asesinado ese concierto, desgraciadamente hubo que sacrificar otro que pintaba muy bien casi en su totalidad. In Flames, que nunca entenderé por qué lo catalogan como death metal aparte de por ser suecos, pero era un concierto que me causaba mucho interés. Aún así, pensaba que ver a Dream Theater en primera fila merecería.

Y mereció, vaya que sí. El mejor concierto de la noche con una diferencia abismal, y desde nuestra posición lo pudimos ver y oír perfectamente. El único pero fue un encocado de al lado nuestro por el que temimos nuestro disfrute de la actuación, pero acabó tranquilizándose tras intentar un stage diving desde el puto suelo (es decir, un crowd diving o algo así) con el que fuimos afortunados por que pasase justo delante nuestro, que a alguno ya le metió un soplamocos.

Al margen de eso, el concierto fue una maravilla. El setlist fue similar al del pasado fin de semana en el Download Festival, pero con alguna canción más por durar más tiempo su actuación, y alguna canción ausente como Pull Me Under (éxito absoluto en UK, supongo que allí tocaba tocarla, o Hollow Years). Sólo tocaron una canción que conociese bien, Beyond This Life (no esperaba más, la verdad), pero con las otras canciones disfruté lo mismo o más. Si hay algo concreto con lo que me quedo del concierto es con Mike Portnoy. Creo que cumple la complicada tarea de ser (o parecer) el líder de una banda desde su posición de batería. No sé si el hecho de haber sido elegido tantas veces mejor baterista de rock progresivo le ha hecho fijarse en estas cosas, pero el aire de coolness que desprende este hombre es brutal. Cómo gesticula a los demás miembros del grupo, cómo anima al público mientras toca, se levanta del asiento en mitad de una canción y sigue tocando, acerca y aleja el micro golpeándolo con sus baquetas para hacer unos coros bastante chulos (en Constant Motion por ejemplo), sus malabares con baquetas voladoras (en mitad de una canción incluso le lanzó una baqueta a un pipa y cuando se la devolvió desde fuera del escenario la cogió al vuelo). Además es una puta máquina. Rudess nos pudo deleitar con su solo iphone y su duelo de guitarra teclado con Petrucci en Metropolis. El guitarrista del grupo no es que sea mi favorito en su labor, pero reconozco que tiene mérito tocar tantísimas melodías en sus canciones y hacerlo perfecto. Myung también le mete caña a su bajo, no toda la que quisiera yo para sacarle el jugo a esas seis cuerdas pero solo agudo y algún arpegio también tocó (en la canción de su disco todavía por salir, por ejemplo). Y aunque de LaBrie nos temíamos lo peor vista su actuación en el Download hace una semana, lo cierto es que anduvo bastante fino en su labor de cantante. En definitiva, fue un concierto memorable, y que me ha impulsado a seguir explorando los trabajos de este quinteto.

La gente ya se iba preparando para los cabezas de cartel que menos me han llamado nunca en un festival, Mötley Crüe. Si no me esperaba nada de ellos y además a los fans el concierto les defraudó, imaginaos cómo fue. No me cagué más en ellos durante el mismo porque las miradas de los maestros del air guitar que tenía en derredor resultaban amenazantes. Con una estructura canción/no-canción creían que saldrían airosos en duración, pero es difícil engañar al público cuando entre tantos parones se enfría el ambiente. Parones empleados para hacer ruido con los instrumentos, alguna improvisación que valía más bien poco, un tonteo de Mars y Tommy Lee con Little Wing y Voodoo Child (Slight Return) que fue para mí el mejor momento del concierto, conversaciones absurdas etc. Y tanto las canciones como los músicos valían más bien poco; vale que después de Dream Theater era normal que aquello me supiese insípido, pero gustosamente hubiese cambiado de horario a Buckcherry por ellos. Quién se ríe de LaBrie tras oír los agudos en falsete del cantante. En fin, que me lo pasé bien riéndome de los parones que hacían.

Estando ya el pescado vendido y siendo las 02:00 tras un día bastante largo, Hatebreed tuvieron una cantidad de público aceptable. Tocaron un hardcore rápido que suscitaba violencia y demás aplastamientos de cabezas, y a pesar de estar ya reventado no estuvo mal aquello.

Me dio lástima no haber ido el viernes allí. Había nombres interesantes en el cartel, pero precisamente de eso ha carecido el festival respecto al anterior, de algo de nombre. Por mucho que la de este año fuese una oferta variada e interesante, siempre valdrían más para el público general unos Kiss y unos Judas rodeados de grupos cuyo nombre es de sobra conocido, pero que llevan varios años viviendo de eso mismo, de lo que hicieron en épocas pasadas (por mucho que a mi juicio sea mierda). Vamos, que por mucho que la asistencia este año haya descendido casi un 50% me quedo de largo con este festival antes que con el del año pasado, al cual ni siquiera me molesté en ir. Por desgracia, como la pasta es la pasta, me temo que no tardaremos en volver a ver a lo de siempre por aquí. Al final la escena heavy es lo que es. El poder del metal, amigos, cómo no tener ni puta idea de música y creer que sí.

7 comentarios:

  1. Así que esa llamada perdida que vi al día siguiente... Teniendo en cuenta la hora... Era para decirme lo mucho que molaban Dream Theater? XD

    A mí no me habría importado ir, pero tampoco se trata de gastar en conciertos porque sí. En el Sonisphere sí que estarían bien aprovechados :D.

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  2. No, fue porque mientras esperábamos para Crüe precisamente estaban anunciando el Sonisphere en las pantallas y decidí llamarte para compartir mi tremendo bulto en los pantalones contigo. Luedo me di cuenta de que quizás no era la hora adecuada.

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  3. Un par de preguntas: no sé si te fijarías que en Constant Motion el puto Portnoy cambia las letras. Hay un momento en el que canta "Apocalyptic mind debris", pero en la gira pasada siempre cantaba "Apocalyptic James LaBrie". Me meo xDDDDDD

    Lo de las baquetas es extraño: las dos veces que les he visto su porcentaje de recogida de baquetas es inferior al 20%. Claro que no para de tirar baquetas, ni de escupir, ni de dar entretenimiento sin fallar ni una (anda, como el resto del grupo, qué cosas). Es el puto crack.

    Y a Dragonforce habría que lincharlos.

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  4. Lo de los esquipitajos era una pasada, a cinco por canción. Pero es que hasta en eso era cool. También hubo un momento en el que, no sé si por hacer una pequeña gamba (rítmica no, por supuesto) se dio un baquetazo en el bolo a ritmo de la música xD

    Lo de que le tirasen una baqueta desde el lateral sólo pasó una vez, pero las que lanzaba al aire las cogió todas.

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  5. FFUUUU no puedo editar ni siquiera borrar comentarios y no sé qué coño de cuarta palabra he escrito xDDDDDD

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  6. Ya me imagino a los grupos leyendo esta web y llorando como madalenas, ahí en casita. Esos tipos duros tienen corazón =D ahora se tienen que estar hinchando a helado de chocolate por su señora culpa xD.

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  7. mmm papa roach... me hubiese gustado verlos.

    Pos lo demas, los heavys gigantescos y sudorosos no me van en esceso, solo en pequeñas cantidades son aceptables.

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